No te olvides de sonreír,
Pese a todo, no dejes de sonreír.
Parece tan larga la vida
Y sin embargo…llegó el día de partir
Cuando menos lo esperabas.
Es entonces que se comprende
Que ya es tarde para vivir
Lo no vivido,
Para decir lo no dicho,
Para arrepentirte de los errores.
Lágrimas vanas
Que al final de nada sirvieron,
De los sueños no conquistados,
Esperando el momento propicio.
O quizás por no arriesgarte…
Porque con una sonrisa
Dibujada en tu rostro,
Es el modo digno de partir,
El mejor recuerdo que has de dejar.
No te distraigas, amigo,
Nunca se sabe cuándo es el momento,
Ella, la señora de la guadaña, no avisa.
Entonces, y pese a todo,
No dejes de sonreír…
Precioso poema, muy positivo! Sonreir! Algo que parece simple pero que muchas veces y a tantas personas les cuesta tanto hacerlo, un placer leerte linda amiga, saludos!
ResponderEliminarMil gracias, Marcela. Sí, amiga, siempre hay que sonreír, es obligación pelearle a las lágrimas y eso sólo se consigue con una buena sonrisa que salga del alma. Besos!!!!
ResponderEliminarDices muy bien, amiga. Con buen gusto.
ResponderEliminarBeso
Muchas gracias, Pichy, te dejo una sonrisa y un beso.
EliminarHola Myriam.
ResponderEliminarEl poema transmite un mensaje enorme; vivir la vida y no solo eso, sino vivirla con alegría, hacia adentro y hacia afuera.
Es magnifico.
Richard
Hola, Richard. Sí, eso pienso, que la vida sólo cobra sentido cuando le damos la espalda a las penas. Nosotros tenemos el poder de revertir nuestro estado de ánimo, nadie más tiene el poder. Muchísimas gracias por tu visita y tu comentario. Un abrazo.
ResponderEliminarMuy biena tu formaa de darle voz poética a la sonrisa. Hay que aprender a sonrerir para que la vida responda con una sonrisa.
ResponderEliminarROBER
Yo creo, Roberto, que la mejor medicina para cualquier mal, es una sonrisa. Sin embargo hoy, por más que lo intenté, no pude esbozar ninguna. Gracias por tu presencia, es posible que en segundos, al recordar tu comentario, retorne la sonrisa.
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