Revestida por el frío de la piedra
Aguardo expectante tu
llegada
Como la niña que anhela la primavera.
A la espera de esos besos prometidos
Voy alistando mi cuerpo y mi alma,
Recordando el primero que nos dimos.
En la aridez de mi marchita
vida,
Mancillando la tristeza, anulando toda pena,
Llegaste sin que te esperara, como un sueño.
Y si para volver a besarte
Debo esperar la vida entera,
Aquí seguiré, oculta tras la piedra.
Noviembre 2015