Mujer que, despechada,
Vas llenándote de odio
Hacia ese hombre que,
Honesto, te ha dicho que no.
Mujer, estímate, no ruegues
Pues no se reclama al amor,
Él viene y va, no por
capricho, sino
Porque así lo dicta su corazón.
Mujer, conserva la dignidad,
No vayas destilando maldad,
No ataques, mira a tu alrededor,
Es posible que otro te aguarde,
Más si sigues aferrada a tu capricho,
También él te abandonará.
¿Cuál será tu destino?
Tú lo sabes, es la eterna soledad.
Cada cual sigue su destino,
Y quien pretende ignorarlo,
Irremediablemente, sin poder obviarlo,
Cae en el desatino.