Llegó la calma y con ella, la paz interior, el aprendizaje, y lo más importante, comprender que nadie, absolutamente nadie merece que yo derrame lágrimas. Ahora, con los ojos limpios puedo ver con mayor claridad. Gracias por estar siempre a mi lado, en las buenas, para divertirnos, en las malas, para darme tus palabras de aliento, como estas que escribiste sobre mi foto. Besos!!!!