Fuiste
destrozando poco a poco
Ese
amor que te tenía.
Embustero
de la vida,
No se
apuesta sin arriesgar.
Y tanto
fue lo que arriesgaste
Que sin
nada te quedaste,
Hoy tu
vida está en penumbras,
Más yo
he vuelto a resurgir,
He recuperados
mis sueños
Después
de tanto llorar.
Dios te
conceda paz,
Allá
donde tu cuerpo esté.
Sólo
quiero preguntarte
Y
después me marcharé:
¿Tuviste
alma alguna vez?