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martes, 26 de julio de 2011

DIVAGANDO

DIVAGANDO

A vos
Que leés lo que escribo,
Quiero decirte que esto
No tiene nombre,
Título ni sentido;
Es tan sólo afecto,
Momentos,
Confesiones del alma;
Esos breves instantes
Que me permito estar a solas
Y en calma,
Rumiando lo que he vivido.

Yo…No te creas…
No estoy arrepentida…



Autora: Myriam Jara (Derechos reservados)

domingo, 24 de julio de 2011

ESA DENSA NUBE

Amaneció soleado el día,
Ni una sola nube
Perturbando el cielo,
Imponente en su celeste y
En el centro, majestuoso el sol.

Despuntó en sombras
Mi alma, quieta y muda,
Sumergiéndome en la pena.
Quise ponerle brillo,
Tapizarla de colores,
Quitarle ese tono amargo.

Quise proyectar una sonrisa,
Soltar una carcajada,
Escribir un poema de amor
Y luego arrojarlo al aire.
Pero no pudo mi pluma
Garabatear ni una palabra.

Quise despojarme del llanto
Que apremiaba por salir,
Danzando hasta el desparpajo
Una danza enérgica, ruda,
Algo que me sacuda el espanto,
Más no hallé la melodía.

Ya se está haciendo de noche
Y el gris no abandona mi alma.
                             Imagen de Inteternet                                    
Autora: Myriam Jara (Derechos reservados)

viernes, 22 de julio de 2011

UNA MUJER CON PASADO



Lo discutimos durante mucho tiempo, no sé exactamente cuánto porque desde aquí  no se puede comprender la magnitud de los siglos que allá son días, pero finalmente me dijo que así debía ser, que debía volver, que no se puede dejar cuentas sin saldar, historias inconclusas, hechos sin resolver.  No me gustó la idea pero finalmente, es el jefe, es el que da las órdenes y yo no tenía elección, era eso o permanecer eternamente en duelo.  Entré a ese útero no sin cierto recelo, sabía que no era bienvenida, sí, bienvenida, porque para mal de males me mandó a este mundo con identidad femenina, así lo avalaban  mis células rosas. No lo pasé muy bien en ese primer hogar previo al aterrizaje final. Podía oír las discusiones, el llanto de mi madre, sí, era un llanto constante que no me dejaba dormir; por suerte me alimentaba bien. Y los ruidos, uf, sí que era feo escuchar esos portazos de quien sería mi padre. A medida que yo crecía la casa se iba convirtiendo en una celda cada vez más estrecha,  por eso las pataditas, giros que daba para acomodarme mejor y evitar los calambres. Supe que había llegado el momento de enfrentarme al destino signado por el jefe cuando mi casa principió con las convulsiones que anunciaban mi inminente expusión. El pasaje, de más está decir, no fue el mejor, pugnaba por salir, me quedaba poco o casi nada del oxígeno que me enviaban desde el tubo llamado cordón. Lo primero que vi fue una luz muy fuerte que me cegó, yo estaba acostumbrada a mi penumbra, a la tibieza del líquido que me cobijaba y de repente todo fue un caos; me arrancaron con unas paletas de acero que sujetaban mi pequeño cráneo, eso dolió, luego me envolvieron en un paño blanco, me sumergieron en un recipiente para quitar todo rastro del polvo uterino o algo así. Sentí frío y lloré, eso creo, no sabía si era llanto pero me sonaba como el de mamá los nueve meses que fuimos dos en un cuerpo. Al fin me encontré con ella, me  pusieron sobre su pecho pero yo no abrí los ojos, tenía miedo de encontrar dolor en su mirada. Fue el comienzo de un largo camino por recorrer, con carencias afectivas, soledad recurrente, tropezones y caídas.  El tiempo fue pasando y yo seguía llorando, nada de lo que me brindaba la vida logró darme la paz que el jefe me quitó. Viví una vida de mujer, mujer que construye, mujer que cobija, mujer que ama y no es amada, mujer que a empujones logró conseguir un espacio propio. Hoy, pasado medio siglo de esa vida, sé que me queda mucho por recorrer, ellos me lo anunciaron, pero no voy a llorar más, no voy a ser la víctima de nadie, lo que me quede por vivir será a mi modo. Esa era la deuda que no había saldado. Lo siento, tengo que hacerlo porque ya no quiero volver. No será mi futuro incierto, lo he decidido. No puedo saber cuánto me queda pero de algo estoy segura, puede ser hoy mismo, en este mismo instante, entonces, si me disculpan, los dejo, tengo una misión que cumplir: Ser feliz y eso no puede esperar.

                                  Mayo 2011
Autora: Myriam Jara (Derechos reservados) 

miércoles, 20 de julio de 2011

SÓLO POR HOY


Hoy quisiera
Ser como el arado,
Laborioso, penetrante, filoso.
Como el mar,
Viajero, abismal, azulado.
Como esa nube oscura,
Presente, brava y segura
Y aunque mi persona no tenga medianía
Prefiero el sol del mediodía
Al claroscuro del ocaso;
La mágica luz de la poesía
A un instante de fracaso;
El rugir del viento
Al silencio del convento,
El fragor del combate
A la paz por empate.
La vida es tan sólo un momento
Que si no se vive
Se transforma en cuento...
Imagen tomada de Internet 

Autora: Myriam Jara (Derechos reservados)

martes, 12 de julio de 2011

ETERNO AMOR ADOLESCENTE


Ese beso que me diste
Me dejó tan extasiada,
Con la boquita saciada,
Las mejillas sonrojadas.

Ese beso que el viento lanzó
Al país de los ensueños
Vino a posarse en mis labios
Y me dejó deslumbrada.

Y mientras ella esperaba
Montado en brioso corcel
A su príncipe anhelado,
Soñaba, la niña soñaba.

Cada día al despertar,
Y a la hora del ocaso,
La niña siempre soñaba
Esperando con ardor.

Y mientras la niña aguardaba
Que su amo la redimiera
De sus dolencias de amor,
El príncipe no llegaba.

Y si bien nunca fue besada,
Esa niña enamorada
Sentía el gozo inmenso
De sentirse conquistada.

La niña se ha hecho mujer
Con el correr de los años,
Maduró, pisó la tierra,
Hubo en su alma, daño.

Mas la niña enamorada
Sigue esperando el amor
Con la mirada extraviada
De su adolescencia atesorada.

Autora: Myriam Jara
(Derechos reservados)
Julio de 2011

viernes, 8 de julio de 2011

QUINCUSIO





Vida vacía,
Vida que impone,
Vida que duele,
Vida que ata.

Vida, no sigas,
Déjame partir
No me aprisiones
En tu austera celda

Vida, te ruego
¡Somos tantos!
¿Por qué me escogiste?
No te amo.
No me amas.

Es la muerte
Quien inviste
 Aquello que anhelo,
Que tú me has negado.

No detengas mi vuelo
Más allá de los umbrales
Donde subyuga la paz.
Voy en busca de ella.

Expando mis alas,
Me retiro de ti,
No insistas en herirme,
Hoy te quito el poder.

No vuelvo  a llorar,
Abandono mis sueños.
Resuelvo volar,
Sé que lo puedo lograr.

Autora: Myriam  Jara
(Derechos reservados)

jueves, 7 de julio de 2011

J...ODA A LA MUERTE


¡OH! Sublime, amada,
Indolente y majestuosa muerte
Dama temida, dama odiada
Cubriendo con un lienzo
Tu cara maquillada
Portando en tus huesudas manos
La corroída hoz victimaria

¡OH! Nívea y blanca señora
De las penumbras claras
Toma mi acongojada alma
Engánchala con tu guadaña
Escupe tus hálitos en mis labios
Mójame con tu saliva la boca,
Y seré tuya eternamente

¿Acaso no ves mi cuerpo magullado?
Perfidia de mujer vendiendo sexo
Cuerpo deteriorado de tanto zarandeo
Garganta quebrada de fingir orgasmos
Piernas flácidas que ya no encuentran techo
Plegada mi piel, agrietadas mis manos
¿Dónde he de dormir sino en tu lecho?

Arrástrame a las profundidades
Cenagal de pestilentes excrementos
Donde reposan los malditos, los malvados
Quiero ver a Hitler, al Marqués de Sade,
A Nerón, a Franco y los Templarios
Déjame hablar con Maquiavelo
No de los fines, sino de los medios

Más luego que mi mente
De sanguinaria sabiduría se colme
Entrégame al ángel negro
Que me empalague de deseo
Que excite a la hembra muerta                                                                                            
Que sacuda el polvo de mis uñas
Clavándose con saña en sus espaldas

Ya con el apetito atiborrado, saciado           
Con el alma de mugres recobrada
Con la codicia inescrupulosa y pujante
Que envileció mi naciente juventud
Devuélveme a la siniestra tierra
Donde habitan ellos, los hombres
Que ansían beber mi plenitud

El mundo necesita de mis perversidades
No me niegues el poder de volver a ser
Aquello que siempre supe y quise ser
Restitúyeme la belleza de mi cuerpo
Hice un pacto con el diablo
Hice mucho más que un pacto

Yo vuelvo a las oscuras calles
A los hombres obscenos y  perversos
A la vida ligera, al dinero mal ganado
A la ropa cara, a la limusina
Y él se queda con mi alma
Recuperé mi esencia

¿Para qué quiero un alma?

                                    Imagen tomada de Internet
                                      

Autora: Myriam Jara (Derechos reservados)