Caminé selvas y montes,
Me arrojé desde el
abismo
Buscando Ninfas y Hadas
Que me devuelvan las
risas
Que mis días han
perdido…
Busqué detrás de los
árboles,
En sus copas y raíces,
Por los ríos y
vertientes,
Bajo la lluvia helada,
Y también del sol
ardiente…
Las busqué noches y
días,
En la alborada y el
ocaso,
Las busqué en las
estrellas,
En mil lunas y mil
cielos.
Recorrí todas las rutas,
Los caminos y senderos.
Las busqué en el afuera,
No miré en mi interior…
Cansada de tanto buscar
Me encerré en mi propio
duelo…
Allí encontré a las
Ninfas
Junto a las hadas y
duendes,
Estaban en lo más
profundo
De mí acongojado
corazón
Lidiando contra el
dolor,
Concibiendo suaves
melodías
Para aliviar mí
condena.
Allí donde mora el alma,
Allí encontré el consuelo…
Hoy rescaté la risa,
La alegría, la belleza
Que la vida me proporciona
Cuando el sol me alumbra,
Cuando la lluvia me moja…
Muy bello escrito mi querida amiga, hay que buscar las cosas que deseamos, no siempre se encuentran, pero de todos modos nunca hay que decaer en el intento y seguir buscando en la magia del alma.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo. Enlazo tu blog al mío para no perderme nada de lo que publiques en las redes sociales me pierdo muchas cosas lindas.
Y la búsqueda nunca se acaba pues somos almas en evolución, seres que cada tanto debemos pasar crisis que nos hunden en la desesperación, pero no hay que olvidar que las crisis se producen cuando algo anda mal, cuando algo debemos cambiar. Me encanta verte por aquí, en mi pequeño mundo, y te agradezco mil la deferencia de seguirme. Besos y abrazos.
EliminarPrecioso, tenemos que caer para saber levantarnos y conocer el triunfo sobre nuestras debilidades solo así creceremos. Gracias querida Myriam. Besos
ResponderEliminarY sí, a los golpes fui aprendiendo. Gracias por tu hermosa visita, besos!!!!
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