Si ya estoy de
vuelta de todo
¿Qué me querés
enseñar?
Si ya toqué fondo y
no me ahogué
¿Qué me querés
enseñar?
Si cien veces morí,
y cien resucité
¿Qué me querés
enseñar?
¡Ey! ¿Te gustó? Qué
bien para vos...
¡Ey! ¿No te gustó? Qué mal para vos...
Voy cambiando y
mutando mi esencia,
Creo que de mala a
buena,
¡Pero qué te tengo
que explicar!
Mi vida es mía, la
vivo a mi manera,
Y si no estás de
acuerdo, pues no me leas,
No me visites, no me
comentes,
Pero no pierdas el
tiempo
Pensando en mí
porque a mí
¡TODO ME IMPORTA UN
BLEDO!
“Una dosis de
rebeldía…”
Fuerte y claro se te lee, amiga mía. Me queda bien claro que este poema existencial —digo yo— dice muy bien.
ResponderEliminarBesos
Existencial, rebelde, un grito de impotencia, no sé, lo bueno es que me sirvió de catarsis jajaja Gracias, querido Pichy, besos!!!!
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