Sigilosa y acechante,
Con la mirada vacía,
Movimiento zigzagueante,
Mutando la piel día a día,
Se arrastra esparciendo ponzoña,
Demoliendo a cada metro,
Con su rastrero meneo,
La naturaleza, su hábitat.
No es caprichoso su andar,
Tiene un fin, un objetivo.
Repta fatua y plena
A reunirse con sus pares.
Tiene sed de sangre humana,
Resentimiento atávico
Coligado a la ambición.
Sentimiento que profesa,
Que la impulsa sin vergüenza
A escupir la secreción letal
Que para ella es vital.
Sonidos de cascabel
Le advierten que ya está cerca.
Son cientos, miles, millones
Irrumpieron en el planeta los poderosos,
Los temerarios…
¡Qué bajo cayó el hombre!
Vislumbro el Apocalipsis
Pero no puedo
escapar…
¡Soy parte de esta mierda que se llama humanidad!
Noviembre 2009
Dices fuerte; pero bien, amiga. Muy bien!
ResponderEliminarBesos
Ah, Pichi, es que mete miedo el futuro, y si imagino esto, pues soy dura para manifestarme, no encuentro otro modo desde la impotencia que siento. Besos
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