Amaneció soleado el día,
Ni una sola nube
Perturbando el cielo,
Imponente en su celeste y
En el centro, majestuoso el sol.
Despuntó en sombras
Mi alma, quieta y muda,
Sumergiéndome en la pena.
Quise ponerle brillo,
Tapizarla de colores,
Quitarle ese tono amargo.
Quise proyectar una sonrisa,
Soltar una carcajada,
Escribir un poema de amor
Y luego arrojarlo al aire.
Pero no pudo mi pluma
Garabatear ni una palabra.
Quise despojarme del llanto
Que apremiaba por salir,
Danzando hasta el desparpajo
Una danza enérgica, ruda,
Algo que me sacuda el espanto,
Más no hallé la melodía.
Ya se está haciendo de noche
Y el gris no abandona mi alma.
Imagen de Inteternet
Autora: Myriam Jara (Derechos reservados)
Me enseñaron los hombres del campo que cuando el cielo esta despejado y sin nubes es porque vendrá tormenta. Puede que estes por producir cambios en tu vida muy importantes y los vuelcas a tus letras. Me gusto tu densa nube. Un abracito de oso
ResponderEliminar-Delicado deslizar de versos...teñido de luz grisada...saludo
ResponderEliminarbien conozco ese sentimiento, riendo con ganas de llorar.
ResponderEliminarlo expresaste divinamente.