POBRE
NIÑA
Extraviada,
Sofocada,
Eternamente
oscura.
Transmutando
soledades,
Rasguñada
por la vida,
Clamando
por un abrazo.
Llorando
un duelo perpetuo con
Lágrimas
que traspasan la voluntad,
Letalmente
viva.
Respirando
con desidia,
Esperando
el fin de sus días.
Sueños
de libertad
Desgarrando
las ataduras,
Hundiéndose
en el barranco
De una
existencia yerma.
No
abrir nunca más los ojos,
Apartarse
del sufrimiento.
Desamparada
y frágil,
Pobre
niña.
Pobrecita...
Me resulta muy bien, amiga, de mucho gusto.
ResponderEliminarBesos
Gracias, José, mi fiel seguidor. Besos
ResponderEliminarEs un gran gusto para mi conocer tu blog, lleno de grandes sorpresas para mi y la dicha es compartirlo en la naciente comunidad palabra y canto. Un abrazo.
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