¡Mírame de frente! Hay desconcierto en tus
ojos. Yo te mostraré otros mundos con
otros cielos pero bien sabes que en esta vida nada es gratuito. Huir de aquí
tiene un precio que los entes corporizados como tú lo pueden pagar… más de
estos barrotes de huesos y cerrojos que son fibras que la inervan, de aquí
únicamente puedes huir con mi asistencia.
Noto el
miedo en tus ojos, la pena dio paso al recelo y ahora te invade el pánico ¿Te
estremece mi fulgurante apariencia? Sí, me temes, te preguntas quién soy y cómo
conseguí franquear la barrera de hombres rudos y armados que celosamente
custodian tu reclusión. Te diré que no hay limitaciones para mí, nada que me
ataje cuando debo efectuar mi tarea. Tengo el virtuosismo de aprobar que se me
perciba cuando yo lo dispongo, no ve sino aquel que debe verme. Ya lo
comprenderás cuando llegue el momento. No, no, no me inquieras porque el
conocimiento lo poseerás, empero, será cuando deba ser, no falta mucho, primero
debes hablarme de ti y de tu tristeza. Aflójate, tienes tieso el rostro.
Háblame de tu pesar.
Dices que no
lo recuerdas y sí lo recuerdas pero no deseas revivir lo acontecido, te dices que
de nada te valdría ya que nada puedes remediar, que es tu destino coexistir con
tu injusta soledad y debes sobrellevarla.
¿Me
preguntas cómo lo sé? No tiene importancia,
sólo te diré que todo me es dado a saber. Porfiada, te amparas en el mutismo, no
confías en mí; hablaré por ti. Sufres por él, tu adorado amante.
Despiadadamente los han incomunicado. Qué pecado hemos cometido, te preguntas
una y mil veces sin dar con la respuesta que apacigüe tu suplicio. Amarse, esa
es la falta que han cometido para los hombres de corazón de piedra. Para ellos
el amor es falacia, es deshonroso, sombrío y poco conveniente. No entienden que
cuando dos corazones se topan más allá del abismo, no hay ímpetu humano que
consiga apartarlos. Ustedes vencieron las distancias; rebeldes y vehementes,
dieron rienda suelta a la deliciosa pasión que conduce el amor sin medir las
consecuencias.
No te estoy
juzgando, intento que comprendas que ustedes hicieron lo correcto, lo aprueben
o no aquellos que despliegan el poderío, ambos cumplieron con el propósito del
Creador.
Sí, lo sé,
me pienses enajenada y tu recelo se transformó en desprecio. No te culpo,
humana al fin, no posees la sapiencia suprema, esa que conquistarás al
momento de recorrer el conducto
brillante que te transportará a la paz, mas no es tan sencillo.
Seca tus
lágrimas mujer. Escasamente han caminado los primeros pasos y no deben desistir
si pretenden inmortalizar este amor en el espacio que en el Nirvana les está
reservado. Él no ha flaqueado, no partió, no está muerto, tampoco vivo. Como
tú, está confinado pero su celda es una ciénaga tenebrosa y pestilente, un
pantano infernal con ausencia de claridad. Es mi deber advertirte que está a
punto de perder la razón y que sólo tú puedes salvarlo ¿Cómo lo harás? Ya lo
sabrás pero antes debo asegurarme que tu amor es tan grande y tan fuerte que
darías la vida por él.
Asegúrame
que tu vida sin él de nada sirve, que por amor a él darías la vida, que tu
existencia no tiene razón de ser si tus manos no pueden rozar su piel, si sus
labios no beben de los tuyos, que estás dispuesta a desafiar a los más
pavorosos seres de la oscuridad sólo para estar junto a él. Si es así, si te
sientes lo bastante enérgica para hacerlo, entonces ven conmigo, yo te cargaré
en mis brazos y te transportaré hacia él, yo soy la que los unirá, yo soy la
celestina que los erradicará de esta desconsolada existencia a fin de obtener
la eternidad para gozar este amor.
¿Estás
sonriendo? ¿Ya no me temes? ¿Acaso te inspiro confianza? Ya lo ves, no soy como todos me suponen
¿Verdad? No tengo hoz, mi rostro no es tétrico ni mi manto negro. Soy la dama
blanca dueña de las almas. Sígueme que nos espera, no debemos demorarnos porque
se están agotando sus fuerzas y sólo tu aliento lo revivirá…
Narrado con muy buen gusto y fluidez en el discurso, amiga. Se me da muy bien.
ResponderEliminarBeso
Muchas gracias, Pichy, y qué bueno que te gustó pues dada la ambientación debí ser cuidadosa con el lenguaje. Besos, gracias por estar siempre presente.
EliminarMuchas gracias, Pichy, y qué bueno que te gustó pues dada la ambientación debí ser cuidadosa con el lenguaje. Besos, gracias por estar siempre presente.
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