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martes, 22 de noviembre de 2011

NO AL ABORTO

Yo te entiendo muchachita, entiendo de tus miedos, entiendo de tus sueños que los piensas truncos, entiendo de la falta de valor para salir adelante con semejante responsabilidad porque sé que no es cosa de jugar a las muñecas. No. Un hijo no es una muñeca, te quitará horas de sueño, te someterá a sus necesidades, te obligará a suspender tus planes, te mantendrá en vilo durante noches de llanto, de fiebre, de resfríos, tal vez, hasta te obligue a alejarte de tu hogar por la incomprensión de tus padres, del noviecito que se marchó porque no te amaba lo suficiente como para sostenerte, hacerse cargo. Sí, yo sé que es duro, porque soy madre y porque lo voy a seguir siendo hasta el día en que cierre los ojos para no volver a abrirlos, pero mientras tenga vida ellos serán mi preocupación aunque ya no mi responsabilidad porque, claro, están mayorcitos, toman sus propias decisiones y yo tengo que respetarlas confiando en que harán lo correcto. Y sí, hacen lo correcto, porque yo se los enseñé, porque prefería no dormir para escucharlos, porque dejaba el gimnasio para ir a la plaza, porque no me podía quedar en la playa tomando sol en la reposera sino pararme a orillas del mar como un guardavidas para no perderlos de vista. Es una tarea agobiante, la teta, los pañales, la papilla que cocinarás con entusiasmo y él la escupirá y tendrás que tener la paciencia de enseñarle a comer. El pediatra una vez al mes, el carnet de vacunas, el ingreso al período escolar con sus aburridas reuniones de padres, correr a confeccionar el disfraz porque tiene que actuar en el acto escolar y no lo podrás disfrutar porque estarás pendiente de la filmadora; los campamentos, controlar que no le falte nada, rogar que vuelva sanito; luego adolescente, soportar que te enfrente y debes medir el "sí y el no" según sea para bien de él y no dependiendo de tus estados de ánimos. La lista es larga, muy larga y pareciera que no tiene fin, y no, claro que no lo tiene porque se casa y te da nietos que también serán tu responsabilidad aunque ya no tanto, es una responsabilidad compartida. Es verdad, si lo piensas te mete miedo, es un ser que dependerá de ti toda su vida, que te restará independencia pero que también te dará muchas satisfacciones, que hará que tu vida sea siempre un camino con obstáculos por saltar, entonces la vejez se demora, los huesos y los músculos, sobre todo el cardíaco, se mantienen activos evitando el infarto o la inhabilitante artrosis, el Alzheimer no te alcanza así nomás porque tendrás que ayudarlo a estudiar, dejarás de ver la película que tenías planeada para sentarte junto a él frente al televisor y controlar que mensajes le están enviando desde el nefasto aparato, observar y conversar. Pero si lo haces, si lo rechazas ¿Podrás algún día perdonártelo? Piensa que la mayoría de las mujeres nacemos siendo madres, por eso jugamos con muñecas, y la que dice no tener el archiconocido instinto materno es porque tiene miedo. Yo te pido que no tengas miedo, que sigas adelante, que no dejes que una cureta arranque la vida que crece dentro tuyo porque ¿Y si mañana cuando tengas edad de ser madre, te cases y quieras tener una familia, te reprochas lo que hiciste? La respuesta seguramente será culparte por haber actuado de Dios, de haber determinado quien tiene derecho a la vida y quien no, como si ése ser que se está gestando fuera un juguete descartable, éste me gusta me lo quedo, éste no me gusta lo tiro. No espero que aceptes mi consejo; como decía mi abuela "El consejo es un vestido pasado de moda", pero espero que no tomes el camino más simple porque es la decisión que probablemente te marque de por vida. Tampoco te pido que seas madre, te pido que le des la oportunidad de dejarlo nacer y si no quieres verlo (mejor no lo veas porque no podrás separarte nunca más de él), si sientes que es un estorbo en tu camino, piensa cuántas mujeres lloran por la frustración de no ser madres. Entrégalo a alguien que le pueda y quiera dar amor, que le ofrezca una buena vida, esa que tú piensas que no puedes darle aunque te digo que la mejor vida es ser amado por quien te parió. Entrégalo, pero no en una bolsa de residuos, a los pies de un árbol o en un conteiner de basura, no le des la vida para dejarlo morir a la intemperie, muerte cruel si las hay. Déjalo en una iglesia, la puerta de una casa, incluso un Shopping donde va la gente "pudiente" pero, por favor, dale la oportunidad de ser.
 IMAGEN TOMADA DE INTERNET

Autora: Myriam Jara 
(Derechos protegidos en el Registro de la Propiedad Intelectual)