Humedece mis mejillas
Una profunda pena.
No sé si es el mar,
No sé si mis lágrimas.
Se queda en la playa
Mi mayor riqueza:
Esa paz que aísla,
Que realza mi esencia.
Me despido del mar,
Escribo en la arena:
“Me llevo tu aroma,
espera mi regreso.
Tal vez sea pronto, o en un tiempo remoto.
Tal vez, llena de vida, o quizás…cenizas”
¡Ah, mar infinito!
Salino, maravilloso…
Colúmpiame en tus olas,
Arrúllame el alma.
Regreso a la urbe,
Esa gran ciudad
Que engulle los sueños,
Que corrompe al hombre.
Más yo intentaré
Conservarme pura
Para que al volver
Merezca tu espuma.
Febrero 2014
Eh! Di publicar y voló el comentario —habrá regresado al mar?—
ResponderEliminarEres merecedora de la mar, amiga. Siempre lo tienes presente. El poema, de mucho gusto.
Beso
Sí, Pichy, siempre tengo presente al mar, lo amo profundamente, jamás regreso sin antes escribirle un poema, es norma en mi vida. Bueno, menos mal que este comentario no voló jajaja No sé, a veces me pasa en otros blogspot, cosas de internet. Besitos y mil gracias por venir, yo siempre te espero.
EliminarQue bello!!!!! me sentí alli en ese mar y me perdí entre tus versos mis sonrisa que lindos y dulces versos !! preciosa amiga besos desde mi brillo del mar
ResponderEliminarEs que vos sos como yo, Bea, amás al mar y cualquier poema que haga referencia a él, te conmueve. Besos salados!!!
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