Decido tomar las riendas de mi vida
Sometiendo la voluntad a mí antojo,
Pero la voluntad es traicionera e independiente,
Autosuficiente y escurridiza.
Le digo que es así como debe ser,
Como yo lo dispongo, lo que yo propongo
Es ley impoluta, la voluntad es mi esclava,
Debe someterse a mis deseos.
¡Ah, la muy caprichosa!
Me quita las riendas,
Me azota la mente,
Destroza la cordura,
Me obliga a postrarme ante ella.
Involuntaria y desesperadamente
Mi alma vuelve a encarnar.
El cordón de plata se corta,
No tengo escapatoria,
El miedo me paraliza,
Me devora la vida.
¿En qué momento perdí el albedrío?
IMAGEN TOMADA DE INTERNET
Autora: Myriam Jara- Eterna poeta disconforme
Myriam:
ResponderEliminarQuerida amiga.
Parece que tienes dudas
Todos las tenemos por momentos
Aveces pienso que el destino
es un titiritero
al que se le han enredado los hilos
Pase a saludarte
espero que este mejor tu vista
Besos mil
Tus poemas te dejan pensando...
ResponderEliminarUn gran abrazo
Mi querido Daniel Eduardo ¿Quién no tuvo dudas alguna vez? Estoy mucho mejor. Gracias por tu visita. Un abrazo
ResponderEliminarEs la idea, Eliane, que lleven a la reflexión, sólo así podremos madurar y cambiar, no sólo como individuos sino, y esencialmente, como humanidad. Besos
ResponderEliminaruuuuuuuuffffffffffff creo que al final ya me deja comentar jooo tengo dias intentando decirte que excelente tus letras mucha idetidad con ellas y mucha verdad ya somo sdos ... ojalá que la sonrisa no la pierdas nunca besos
ResponderEliminarNo es malo tener dudas, cuando eso nos lleva a reflexionar como lo haces aqui, un poema que dice mucho, gracias!!!
ResponderEliminar